Febrero de 2012, me quedo en paro. Con un plan infalible, no hay de qué preocuparse, Septiembre de 2013 el plan ha sido todo un fracaso, 1 año y medio de mi vida, ¿perdido? Aún no lo sé, aún creo, y tengo esperanza.
Ahora buscando trabajo por cuenta ajena, volver a las cadenas del amo. Ya me quedé sin comida, no quiero gastar la que tengo por si decido emprender la escapada, ese es mi plan B, en caso de que todo salga mal.
El mundo al borde del colapso, yo al borde del mío propio. No hay de qué preocuparse, tengo fe, la fe mueve montañas. Seguiré empujándola, tengo la esperanza de que en cualquier momento se moverá en dirección a mi fuerza de empuje.
Hasta entonces, sin más, te animo a que no desesperes.